Discapacidad, marginalidad y alto costo social son las principales consecuencias al dejar de tratar el pie equino varo en un niño que lo padece, destaca la doctora Ana Zambrano, especialista en ortopedia y traumatología pediátrica del Hospital General de Accidentes Ceibal.

En la clínica del hospital se atiende anualmente a un promedio de 60 niños diagnosticados con este padecimiento. La clínica es de referencia nacional para las unidades médicas de la institución.

El pie equino varo se presenta durante el embarazo y se diagnostica al nacer el niño. No se necesita ningún examen especial para diagnosticarlo, “el pie está hacia adentro como un palo de golf.  A simple vista se ve la deformidad” destaca la especialista del IGSS.

Esta enfermedad es tratada mediante un procedimiento que recibe el nombre de método Ponseti. Este método consiste en una serie de manipulaciones gentiles al pie acompañadas de la colocación de un yeso corrector cada semana. Esta manipulación y los yesos llevan al paciente casi a la normalidad. Lo único que  no corrige el yeso es el tendón de Aquiles, que en un 99 %  tiene que ser corregido a través de una pequeña cirugía con anestesia local.

El tratamiento finaliza con el uso de barras inmovilizadoras recomendadas hasta los cinco años de edad.

La especialista asegura que se coordina con las unidades médicas del Seguro Social para lograr la referencia temprana de los pacientes con pie equino varo. De esta cuenta el hospital registra a pacientes a partir de los dos meses de edad.