Las afecciones más frecuentes que se registran por cambio brusco de temperatura son los resfriados comunes, laringitis, faringitis, rinitis y asma, las que deben ser tratadas por un especialista para evitar que se produzca una bronquitis o neumonía, indicó la doctora Ana Lilian Simón, neumóloga del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).

“Desabrigarse por un repentino cambio de temperatura conllevaría a tener resfriados, que después puede convertirse en bronquitis. Los principales afectados son los niños menores de cinco años y adultos de 60 años o más, quienes por la edad presentan infecciones crónicas”, precisó la neumóloga.

A las personas alérgicas y asmáticas la especialista recomienda evitar abrir la refrigeradora si está transpirando y el uso de ropa de lana porque este material provoca severos problemas en la respiración. También es recomendable que se administre las vacunas de influenza y neumococo para evitar estos males.

“Es importante que los pacientes no se automediquen, ya que esto puede generar reacciones alérgicas o resistencia a los antibióticos; es mejor que busquen la ayuda de un médico, quien indicará el tratamiento adecuado para evitar peores complicaciones”, agregó.